Se aquieta la rueda,
si duerme la gloria.
Cesa la pena,
si no hay memoria.
En tanto el agua corre,
bajo la noria.
La paz invade todo.
Se borra la historia.
Repetir realizando inspiraciones y exhalaciones profundas, durante el tiempo que sea necesario para “situarse en el centro de la rueda”.
Escuchar el sonido del agua.