Detrás de la piedra,
se esconde la mano.
Tras el invierno,
se oculta el verano.
Que mi imagen no vean,
mis tiernos hermanos,
que de sus oídos me aparten,
en lo que tengo de humano.
Este es un conjuro para descansar de la presión cotidiana. Puede invocarse en general o pensando en la persona de quien uno desea distanciarse por un tiempo.